EL MARATONISTA DESCALZO

En el año 1960 en la ciudad eterna de Roma un africano, un africano de Etiopía, un etíope corredor, un atleta, fue el primero en conseguir una medalla de oro en unas Olimpíadas.
Aquel magnífico corredor era Abele Bikila, un joven de 28 años que había nacido en un pueblecito etíope y que no quiso seguir los pasos de su padre, un humilde pastor, el quiso volar sobre los 42 kilómetros y 195 metros durante dos horas, quince minutos, 16 segundos y dos décimas para ganar el oro olímpico.
Un héroe que llegó a la olimpíada de casualidad, por lesión de otro corredor; un héroe que debía comenzar la carrera utilizando unas zapatillas, algo que no había formado parte de su vestuario antes y que no fue capaz de hacerlo. Dejo las Adidas a un lado y decidió correr la maratón descalzo, igual que había corrido siempre.
Bikila no solo corrió sino que ganó la carrera, lo hizo descalzo ante al asombro de todo el mundo y al cruzar la meta, en la ciudad de Roma, siguió corriendo hasta el punto desde donde Mussolini había dirigido su ejército a la conquista de Etiopía. En aquel lugar, el Arco de Constantino, Bikila dijo: "Quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, ha ganado siempre con determinación y heroísmo", cuando le preguntaron el porqué de correr descalzo.
Cuatro años más tarde en los Juegos Olímpicos de Tokio, Bikila esta vez con zapatillas (por primera vez) volvío a ganar las Olimpiadas con un tiempo record de 2:12:11,2, convirtiéndose en el único atleta en ganar dos maratones olímpicas consecutivas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...