Don Osvaldo Pugliese no sólo fue una gran personalidad de nuestra música (compuso más de 150 temas, algunos muy famosos como Recuerdo, La Beba, Negracha, Malandraca y La yumba, además de grabar 600 temas de otros autores), también era un ciudadano comprometido con la sociedad.
En 1935 impulsó el Sindicato Argentino de Músicos del que fue el afiliado número 5. Inició, entonces, una lucha "... donde el trabajo sea una dignidad personal y no un castigo", y en 1936 se afilió al joven Partido Comunista Argentino (108 era su número de afiliación).
Esto y sus ideas provocaron que fuera perseguido, censurado y encarcelado durante el gobierno de Juan Domingo Perón y luego durante el gobierno de facto conocido como la autodenominada Revolución Libertadora. Cuando se acercaba la hora de sus conciertos, los militares lo iban a buscar y el se entregaba sin ofrecer resistencia. Mientras, y durante el tiempo que duraron sus penurias, su orquesta no dejaba de tocar, aunque huérfana de su director.
Pero la gente lo siguió eligiendo y ganó innumerables distinciones en el país y en el exterior.
Tal era la talla artística de este hombre que en 1985 logra lo que nadie hasta entonces: el 26 de diciembre de ese año, para festejar su cumpleaños número 80, su orquesta tocaría en el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires, lugar reservado casi exclusivamente para la música y lírica clásicas. Obviamente el teatro estaba repleto de público viendo al maestro interpretar obras de sus, por entonces, 46 años ininterrumpidos de actividad.
Don Osvaldo se nos fue el 25 de julio de 1995. Pero nada ni nadie pudo callar su música: su hija, Beba Pugliese, y su nieta, Carla Pugliese, también son pianistas y grandes innovadoras del tango.
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