VICENTE CALDERON, MAESTRO Y CACIQUE



Seguramente la mayoría de los mortales a quienes les pregunten por Vicente Calderón, responderán automáticamente y con firmeza que es el nombre del estadio de fútbol del Atlético de Madrid, y los que estén un poquito más informados, aportarán el dato de que lleva ese nombre por el presidente homónimo de dicha institución, que fue quien lo reinauguró en 1971.


Sin embargo, si bien estos datos son correctos, el Vicente Calderón a quien vamos a referirnos en esta entrada, no tiene nada que ver con el fútbol y muchos menos con España, se trata de uno de los tantos héroes ocultos que enriquecieron la historia de nuestro país.

Vicente Calderón 
fue el primer profesor normal que llevó las letras al sur de Argentina. Más precisamente a Chubut. Allí desde 1865 un grupo de esforzados galeses cultivan la tierra conservando sus costumbres y su lengua.

En 1899 el Consejo Nacional de Educación resuelve designar los primeros profesores normales argentinos que irán hacia aquellos parajes.

Con tan sólo 20 años, nuestro hombre, alto, fornido y morocho, de frases cortas y silencios largos, llegará a Puerto Madryn un 25 de febrero de 1899, y el 1 de marzo de ese mismo año se inaugurará la primer escuela, de la cual será su director.

En 1905, con el objetivo de fundar una nueva escuela, cabalga solitario los 750 km que separa el mar de la cordillera. El viaje había durado un mes y 4 días. Escribía Calderón: “Pero no todo era llegar y proponerse a fundar una escuela. No había ni la más remota posibilidad de contar con un local adecuado a tales fines, pues la población no disponía siquiera de un rancho que pudiera cederme. Pero mi entusiasmo era superior a las dificultades y de inmediato reuní a los vecinos, a quienes expuse con sencillas palabras mis propósitos y la necesidad de que ellos cooperaran en el éxito de los mismos. Mi llamado encontró eco. A los dos meses, el 25 de diciembre había logrado reunir por contribución de los pobladores todo el material necesario para la erección del local.”

El 25 de mayo de 1906 queda inagurada la escuela . Las clases comienzan el 1 de septiembre.

En aquel momento comienzan los problemas limítrofes con Chile e Inglaterra interviene a favor de la Argentina. Pero el apoyo no es gratuito, y envía  una compañía a la zona de conflicto. Pero pronto el maestro y el gobernador Dr. Julio Lezama, se percatan que aquella compañía tenía intereses ocultos, iniciando una lucha desigual sin encontrar respuestas. Finalmente y luego de varios meses de perseverancia, logran que se anulen todas las ventas de tierra realizadas a favor de la compañía, que se retira de la región definitivamente.

La venganza no tardó en llegar, al poco tiempo, Calderón es gravemente herido de bala en su rancho de Cholila. Sin embargo logra llegar, según contaron testigos, tumbado sobre el lomo y asido fuertemente al cuello de un caballo en pelo a Nahuel Pan, la villa más cercana, donde es atendido por el médico italiano Hércules Mussachio, que circunstancialmente estaba allí.

Vicente Calderón, se había salvado de la muerte, y vio pasar a los criminales engrillados camino a los calabosos de Usuahia.

En este pueblo, que lo vio renacer, funda su tercera escuela, la escuela indígena de Nahuel Pan, en el territorio de Chubut. La escuela sirve de puente entre ambas culturas. Su acción en este nuevo escenario resulta muy interesante, siendo confesor, consejero y amigo de quien lo necesite. Lo llaman “el cacique Calderón”.

El cacique creó 25 escuelas más, hasta que fue designado Inspector de las escuelas de la seccional con asiento en Esquel.

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