LOS MINEROS DE CHILE


Seguramente nadie podrá olvidar jamás el rescate de los mineros chilenos de la mina San José en octubre de 2010. Es que este lamentable hecho tomó una trascendencia y una dimensión inconmensurable gracias al tratamiento y el uso que recibió de parte de los medios internacionales y fundamentalmente de parte de las autoridades.

Todos, queriendo o a la fuerza, fuimos testigos del verdadero reality show que nos ofreció la televisión mundial que batió todos los récords de audiencia, o pudimos visualizar algún periódico cuya portada estaba íntegramente ocupada por esta noticia.

Pero sin lugar a dudas, el lugar más pátetico del programa ofrecido al mejor estilo Reality Show, fue el que ocuparon el empresario multimillonario y presidente chileno, Sebastián Piñera y su mujer, que casco minero mediante se mantuvieron a pie firme en el lugar durante todas las horas que demandó el rescate, aprovechando su momento de fama internacional para mostrarse como el héroe de la película frente a los millones de espectadores. Claro estaba que era el momento más oportuno para publicitar su imagen y adjudicarse el mérito de la hazaña, nunca antes otro acontecimiento chileno había logrado un éxito de tal magnitud, ni siquiera el terremoto mantuvo en vilo a tanta gente.
Entre fuegos artificiales y flashes, la llegada del último minero disparó la audiencia. Nadie podía quedarse sin conocer la noticia. Los canales cortaron todas las emisiones ajenas al evento.  Y allí estaba don Piñera y señora, para recibir y darle un abrazo al jefe de la cuadrilla, que como un buen líder esperó el último turno para ser rescatado. El hombre, lejos de gestos de efusividad y con la tranquilidad de un viejo y humilde trabajador, estrechó la mano del presidente y le dijo: "Sr. Presidente, esto no puede volver a ocurrir".
Entre vítores y fanfarrias, Piñeda, que seguramente estaba esperando otra reacción de parte del jefe minero, prometió que así sería, e inmediatamente, pidió entonar el himno de su nación, tratando de absorver el mal trago.

Al día siguiente del rescate, otro trabajador falleció a mil metros de profundidad en una mina de oro de Valparaíso, tras un derrumbamiento que lo dejó sepultado, pero eso ya no formó parte del show. Tampoco se hizo mención a las irregularidades, la explotación, el impacto ambiental, la evasión fiscal y la inseguridad de otras minas chilenas no clausuradas. Nada se dijo de los siete trabajadores de otras minas que fallecieron durante los dos meses que duraron las tareas de rescate y que pronto serían olvidados junto a los casi 400 mineros chilenos, que, según datos del estatal Servicio General de Geología y Minería, murieron en la última década.

Horas y horas de transmisión sólo han servido para describirnos la historia de los protagonistas, llegando incluso a sus devaneos amorosos e infidelidades. 



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