Después del terremoto, cuando los rescatistas comezaron a buscar sobrevevientes entre las ruinas de la casa de una mujer joven, vieron el cuerpo de ella por uno de los orificios de las ruinas de la casa. Les pareció extraña la postura del cuerpo, estaba sobre sus rodillas y su cuerpo hacia adelante como cuando una persona se arrodilla para adorar, con el rostro hacia el suelo; su cuerpo estaba inclinado hacia adelante y sus manos estaban sujetas a algún objeto. El peso de la casa quebró su espalda y su cuello.
Con mucha dificultad el líder del equipo de rescate puso sus manos y brazos para ver si la mujer aún estaba con vida. Pero la dureza del cuerpo y la temperatura del mismo cuerpo anunciaban que la mujer había muerto. El tenía la esperanza que la mujer aún estaría con vida. El y su equipo salieron de las ruinas de la casa para seguir su trabajo en búsqueda de víctimas. Por alguna razón, el líder del equipo sintió una necesidad enorme de regresar a donde el cuerpo de la mujer se encontraba. Una vez más se arodilló y puso sus manos en la espacio que les permitía alcanzar el cuerpo y decidió revisar debajo del cuerpo sin vida. Instantáneamente empezó a gritar, “Un Niño!!!! Hay un niño aqui!!!”
El equipo entero regreso para cuidadosamente remover los escombros alrededor del cuerpo de la mujer.
Ahí encontraron un niño de 3 meses de edad envuelto en una frazada estampada con flores debajo del cuerpo de la madre. Obviamente, la mujer hizo su último sacrificio por salvar a su hijo. Cuando la casa comenzó a caer, ella uso su cuerpo para proteger a su hijo. El pequeño niño aun dormía cuando el equipo lo levanto de los escombros.
El doctor del equipo vino enseguida a revisar al pequeño. Una vez que abrió la frazada, vio un celular adentro de la frazada. Había un mensaje de texto escrito por la mujer en la pantalla que decía: "Si puedes sobrevivir, tu tienes que recordar que te amo".
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